
Design Thinking ¿Moda empresarial ó búsqueda de innovación?
La metodología Design Thinking se ha convertido en los últimos años en una herramienta util para las empresas. Se enfoca en fomentar el recurso que genera mayor valor en los productos y servicios: La innovación. Un término muy solicitado en estos tiempos para reinventarse.
El Design Thinking (o pensamiento de diseño) se utiliza para nombrar ciertos procesos cognitivos y estratégicos empleados para resolver un problema de forma creativa. En los años 60, la investigación de la Universidad de Stanford emplea el Design Thinking para el diseño creativo de productos.
El sistema se aplica hoy día para mejorar otras áreas como la experiencia del cliente o la generación de modelos de negocio creativos. Sin embargo, hay que cuidar en no caer en modas empresariales. En ocasiones el pensamiento de diseño es usado como metodología para todo caso, cuando en realidad no es necesario o puede incurrir en un gasto de recursos innecesarios en todo sentido.
Esta técnica se encuadra dentro del HDC (Human Centered Design). Este marco sí que se podría usar para todo en realidad, ya que básicamente lo que dice es que hay que poner a las personas en el centro de nuestras innovaciones.
Ahora, observemos cuándo no debería utilizar el Design Thinking: Para empezar no es un proceso lineal, y se debe estar pendiente de no usar esta metodología:
- Cuando esté bien definida una idea a implementar.
- En procesos de mejora continua.
- Dentro de reuniones cortas de equipo de trabajo.
- No lo use para hacer una lluvia de ideas.
- No haga design thinking para caer bien a otros.
- No utilice el design thinking para tener razón.
Hoy día puede aplicarse en empresas de cualquier tamaño, pero resulta especialmente útil para empresas pequeñas y medianas, donde la optimización de recursos es esencial.
La implementación del Design Thinking en una empresa supone un cambio de mentalidad y cultura empresarial, en el que se decide que el usuario y su experiencia van a ser los pilares de todos los procesos, se trata de poner a las personas primero.
6 razones para impulsar el Design Thinking dentro de la empresa.
En este sentido, su aplicación puede ir unida a la generación del liderazgo situacional, donde el líder es capaz de impulsar a cada miembro del equipo de forma personalizada hacia el logro de un objetivo común (en este caso, la implementación del Design Thinking).
Hay seis razones por las cuales esta metodología se ha convertido en una herramienta de gran utilidad para las empresas:
- Permite generar ideas utilizando no solo el cerebro sino cualquier parte del cuerpo. En este proceso no basta con sentarse en un escritorio a pensar las ideas. Se sale de la oficina a investigar en el mismo lugar que está el consumidor o el usuario.
- Expone a los desarrolladores a la realidad del mercado. Al ponerse en los zapatos del consumidor, los desarrolladores de productos comprenden las necesidades a las que se enfrentan, planteando preguntas cuyas respuestas serán las mismas que se hacen los usuarios.
- Somete al equipo a plazos y ritmos dinámicos y exigentes. No se trata de generar productos en el largo plazo. Si se trata de ser los primeros en llegar al mercado, este método permite ser los primeros con soluciones mínimo viables.
- El trabajo en equipo y la creación colectiva conduce al éxito. Esta metodología reúne por lo general a profesionales de diferentes ramas, todos sentados en busca de una misma solución. El aporte de cada profesional es vital en la construcción de la idea final.
- Nos obliga a ponernos la camiseta del usuario y del consumidor. Ningún otro método permite ponerse los pantalones de los consumidores. Antes de entrar en el modo ejecutor, observa, escucha y aprende primero cómo se comportan y utilizan las personas los productos.
- Genera prototipos bajo un enfoque de permanente ensayo/error. Gracias a esta apuesta por la innovación, las soluciones a las que se llegan no se dejan de probar. Por el contrario, la aplicación de esta metodología genera versiones cada vez más perfectas de los productos.
Fases del Design Thinking
Empatizar
En primer lugar, se debe realizar un ejercicio para comprender a los usuarios y clientes de forma profunda, también en el ámbito psicológico y emocional. Así, algunos de los análisis que pueden funcionar son explorar el por qué un cliente decide no comprar un producto o qué problemas pueden aparecer tras adquirirlo.
Definición
Gracias al análisis anterior, es posible definir cuáles son las necesidades de los usuarios y qué obstáculos pueden están encontrando. También pueden hacerse encuestas para obtener la opinión de los usuarios.
Crear Ideas
En esta fase del proyecto, se valora que aparezcan múltiples opciones para solucionar el problema establecido. Así, es necesario impulsar un proceso de brainstorming donde las ideas no sean valoradas o juzgadas aún.
Modelar
Llega el momento de generar un modelo de implementación de las ideas más potentes que hayan aparecido en la fase anterior. Este prototipo puede ser virtual o físico, pero siempre debe ser simple y su generación no consumir demasiados recursos, de modo que se favorezca la rapidez.
Probar e implementar
El prototipo generado se introduce en el mercado, con el objetivo de observar su funcionamiento, analizar sus ventajas y aprender de los inconvenientes. Se inicia así un proceso de mejora, donde algunas ideas serán desechadas y otras confirmadas gracias al feedback del cliente real. De este modo, las decisiones de centran en la experiencia del usuario.
Prepararse para seguir navegando.
Las grandes marcas de hoy, tienen como objetivo la búsqueda incansable de la innovación constante. Están convencidos de que en estos tiempos de transformación digital, competitividad y alta demanda de los usuarios o clientes, el negocio depende en gran parte de esa ruta: La innovación, que es la base del Design Thinking. Con www.mssolutions.com.co cualquier empresa puede comenzar a dar sus pasos en el mundo del Design Thinking a través de capacitación para enfrentar la innovación.
La metodología de Design Thinking como conclusión trata en esencia, el aplicar el tren de pensamiento de los diseñadores a la solución de problemas. La piedra angular de este proceso de extrapolación es: La empatía. Así lo asegura Adam Royalty, profesor en la Universidad de Stanford.
Yarisma Rivero Gómez
Macro Services Solutions